Destino
(行き先)
Kiyoshi se levanta de la silla y se dirige dónde Ai, toma sus manos donde sostiene el borrador y le dice:
- “Quiero hacer de esto nuestro eterno recuerdo. No solo me motiva el hecho de ser un escritor de novelas ligeras, yo ya tengo mi motivación desde hace mucho tiempo, y esa eres tú” le dijo en un tono reflexivo mientras tomaba sus manos con más fuerza.
Los años pasaron y el nombre de Kiyoshi Akira era escuchado en muchos sitios de Japón. Era uno de los cronistas más reconocidos en el país, destacando por hechos importantes que sucedían ocasionalmente y por sus crónicas en el exterior, haciendo viajes junto con Ai y lograr traer a Japón una vista diferente del resto del mundo. Puede que este no haya sido el sueño de Kiyoshi, pero a pesar de todo, era feliz y cada día que pasaba al lado de Ai y haciendo lo que en verdad le gustaba, lo motivaban más a seguir y poder seguir siendo reconocido como el mejor cronista de todo el país.