Aceptar
(受け入れる)
Kiyoshi decide aceptar la oferta de la editorial para las prácticas. Seguirá el consejo de Ryo y buscará desarrollarse como profesional en el periodismo literario.
Las prácticas empiezan de una forma rápida pero muy ordenada. La editorial maneja los tiempos al toque, logrando una optimización del trabajo impecable. El jefe que se les asignó a Kiyoshi y Ryo fue Matoshi Satou, un veterano dentro de la editorial que pensaba enseñarle lo que más pudiese a sus nuevos dos cómplices. Un hombre sencillo, pero que a su vez exigía mucho pero sin exagerar al momento de hacerlo. En los inicios de la práctica, lo primero que notó fue la diferencia de experiencia entre Ryo y Kiyoshi. Un Ryo que sabía cómo desarrollarse dentro del trabajo, comprendiendo muchas cosas del mismo y sin complicarse tanto en las diferentes tareas que se le asignaban. Mientras que por otro lado se encontraba Kiyoshi, el cual dentro de ese mundo no tenía mucha experiencia y le costaba entender la mayoría de las cosas que se le asignaban ahí.
Habían pasado dos meses del inicio de la práctica. Matoshi llamó a Kiyoshi a su oficina. Quería hablar con él acerca de la editorial, la práctica y otras cosas.
- “Joven Kiyoshi, ¿Cómo han estado tus días de práctica hasta ahora?” le preguntaba al practicante mientras miraba a lo lejos por la ventana.
- “Señor Satou, la verdad me he sentido un poco incómodo. No por el hecho del trabajo, solo que no me acostumbro del todo” le dijo en tono caris bajo.
- “¿Tú piensas que lo estás dando todo?” le preguntó a Kiyoshi, a secas.
- “La verdad no lo sé. Parece como si me forzará a hacerlo” respondía Kiyoshi un poco avergonzado, pero sincero.
- “Hablando el otro día con el joven Ichi me di cuenta del porque aceptaste esta práctica” le empezó a hablar. “Al escuchar eso, me recordó tanto a mí en mis tiempos de estudiante”.
- “¿También pasaste por eso señor Satou?” le preguntó con mucha curiosidad e ilusión.
- “No solo yo. Muchos han pasado por lo mismo. El caso es que, debes sentir que es por esta vía que lograrás tu sueño” le dijo Matoshi en tono de motivación. “Ser un escritor de novelas ligeras no es fácil, requiere mucho empeño y responsabilidad. Así que mi mayor consejo para ti, es que consideres esta experiencia como lo es, una práctica. Después de todo te estas preparando para cumplir tu sueño. Destaca entre todo, consigue fama, renombre y llegaras a tener lo que en verdad quieres. Ahí piensas en tu futuro y más allá”.
Kiyoshi quedo anonadado, las palabras de un superior de ese calibre y de la forma en como las expresó fueron totalmente directas para el joven. Tomó aire, respiró y le dijo:
- “Me prometo a dar lo mejor, para ser el mejor. Y también el mejor escritor de novelas ligeras” le dijo Kiyoshi sonriente y entre lágrimas.
Matoshi le dio la mano, acompañado de la frase “Es un gusto trabajar contigo”. Desde ese momento, la mentalidad de Kiyoshi cambió nuevamente. En las prácticas empezó a destacar, a mejorar en el trabajo y logró llamar la atención de las personas que administran la editorial. Mientras que, a una distancia prudente, lo veía Matoshi, un veterano orgulloso de haberle llegado de esa manera a un joven descarrilado, que necesitaba una luz guía dentro de su vida.
El tiempo pasó, las prácticas habían terminado y todo ya estaba listo para la graduación de los profesionales de ese año. Entre esos estaban Ryo, Misaki, Rin, Ai y por supuesto Kiyoshi. El día tan esperado para ellos ya había llegado, los diferentes esfuerzos que aplicaron en su vida universitaria por fin se verían recompensados con el pasó al mundo laboral.
Durante el último tiempo, Kiyoshi tenía dos cosas en mente. La primera era la práctica, el poder destacar y dejar el visto bueno frente a los directivos y sacar un buen curriculum de ahí. Y la segunda, pero de suma importancia, era su relación con Ai. Pasó un año y medio desde su reencuentro y habían vivido experiencias magnificas juntos. Se apoyaban mutuamente y lograron destacar en sus respectivas prácticas. Todo eso lo sabía Kiyoshi, por lo que estaba ante una difícil decisión, que tenía que llevar a cabo el mismo día de la graduación. Planeaba pedirle a Ai que fuera su esposa y así terminar la universidad juntos y saliendo a un nuevo mundo como pareja. Sin duda el amor que ellos sentían era envidiable, después de todo, se conocían desde niños y el verse nuevamente después de tanto tiempo, era gratificante para poder recuperar todo el tiempo perdido.
La decisión estaba en sus manos, Kiyoshi tenía que elegir entre pedirle a Ai que sea su esposa, o continuar como pareja sin definir nada aún.